El fútbol esta catalogado en estos tiempos que transcurre como una gran empresa en la que ya no es suficiente conseguir títulos si no que además debe de ser rentable.
Para que todo esto se cumpla, los club se ven obligados a contratar todo tipo de patrocinadores y de realizar las campañas publicitarias más extravagantes. La última de estas campañas publicitarias ha sido la de sustituir el luminoso que marca el tiempo añadido por otro que imita a la perfección a un envase de preservativo.
Unos de los casos más curiosos que recuerdo, fue el de la publicidad del Getafe con la cadena de comida rápida Burger King, el cual a simple vista no tenía nada de extraña, era solamente el logotipo de la camiseta en el pecho del jugador, lo extravagante era que el jugador al celebrar un gol podía subírsela cubriéndose la cabeza y allí aparecería la cabeza del rey del Burger King. Otra curiosa medida fue la de invitar al rey del Burger King al palco del estadio del Getafe para ver el partido que se enfrentó al Getafe frente al Real Madrid, fue una imagen que no pasó desapercibida por ningún medio informativo.
Pero este invento no es nuevo, esto lleva existiendo desde casi los comienzos del fútbol. Esta tipo de publicidad ha sido llevada a cabo hasta por las estrellas de los mayores equipos que hoy en día son los presidentes de honor de ese club. Este es el caso de Alfredo Di Stefano, el cual realizó un anuncio de medias el cual provocó un revuelo en aquella época, llegándose a retirar la campaña a petición del presidente del Real Madrid, Santiago Bernabeu.
Otra campaña curiosa (esta no trajo ninguna repercusión escandalosa) es la de la mítica imagen blaugrana Johan Cruyff, el cual realizó una campaña publicitaria con una empresa de pinturas estando en las filas del Barça como jugador y unas décadas adelante la volvió a realizar siendo entrenador y junto a su hijo Jordy.
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